Si visitas Marruecos en moto, uno de los destinos que no puedes perderte bajo ningún concepto son las Gargantas del Dadés, una maravilla natural en el sur del país.
El valle
Las conocidas como Gargantas del Dadés es un desfiladero que discurre por un valle de 25 kilómetros de longitud, y es sin duda uno de los más interesantes del sur de Marruecos. El rio Dadés ha formado durante siglos un paisaje donde las casas parecen fusionarse on las rocas de piedra caliza.
Las Gargantas del Dades están compuestas en realidad por dos gargantas diferentes: la del Dadés y la de Sidi Boubker. No te pierdas la puesta del sol en este paraje, ya que es cuando estas gargantas demuestran toda su magia.
Historia
La historia de este lugar comienza en la era reciente, ya que los primeros asentamientos en este lugar son en torno a 1850, cuando el Rey de Marruecos animó a la gente a instalarse allí. En su mayoría los primeros pobladores llegaban de grandes centros urbanos de ciudades como Quazazate y Zagora.
Cómo llegar
Desde la ciudad de Boumalne Dadés, se puede tomar la carretera que lleva al norte y luego girar a la izquierda en el desvío que lleva a las gargantas. La distancia es de alrededor de 18 km y el camino es asfaltado.
Allí te espera un espectáculo inolvidable: dos acantilados de 300 metros de altura separados por un estrecho corredor de unos veinte metros.
Un alto en el camino
Es imposible no pararse en el alto. Las vistas son realmente espectaculares y es un punto de obligada parada. Desde el alto puedes contemplar la corta pero intensa ascensión de los últimos metros con una sinuosa carretera con curvas de 180 grados. Pero donde realmente tienes un balcón estratégicamente ubicado es el bar que literalmente cuelga de las rocas.
Vídeo
Una de las tentaciones cuando coronas por primera vez este alto es bajar y volver a subir, así lo hicieron estos tres mosqueteros en su visita a este precioso lugar.
En resumen:
Si quieres disfrutar plenamente de este entorno natural, te recomendamos que pases al menos una noche en la zona. Hay varias opciones de alojamiento, y también es casi imprescindible tomarte algo en el restaurante ubicado en el alto. ¡Aprovecha para disfrutar de los impresionantes amaneceres y atardeceres que te esperan en las Gargantas del Dadés!